ERT

TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA EN CORRIENTE CONTINUA (ERT 2D): partiendo de los principios básicos de las investigaciones geoeléctricas, la tomografía eléctrica (ERT) ha abierto un nuevo capítulo en la historia de las prospecciones geofísicas: en este caso, el sondeo se realiza de forma automatizada utilizando un cable multielectrodo con piquetas distribuidas a lo largo de un perfil a una distancia de algunos metros. Las mediciones obtenidas mediante la aplicación de una corriente continua de dos piquetas insertadas en el suelo (electrodos de corriente A B o C1 C2) y la medición de la tensión correspondiente entre otros dos (electrodos de tensión M N o P1 P2) se efectuarán de forma automática según la secuencia deseada, devolviendo valores de resistencia aparente a diferentes profundidades y ubicaciones a lo largo del perfil. El resultado final del procesamiento de estos datos es un perfil bidimensional de la distribución de los valores de resistividad del suelo. Combinando varios perfiles de resistividad del suelo paralelos entre sí se puede obtener una imagen de alta resolución en 2.5D.

TOMOGRAFÍA ELÉCTRICA EN CORRIENTE ALTERNA (ERT 2D/3D/4D): en su debut, la tomografía eléctrica (ERT) para geología siempre se ha basado fundamentalmente en los principios originales de Sondeos Eléctricos Verticales (SEV): aplicar una corriente continua a dos clavijas insertadas en el suelo (electrodos de corriente AB o C1 C2) y medir la tensión correspondiente entre otros dos (electrodos de tensión M N o P1 P2). Al realizar una investigación en el suelo con un cable multielectrodo y realizar una secuencia de mediciones de forma automática, la corriente aplicada y, por lo tanto, la tensión relativa en general son continuas, con inversión de polaridad para cada medición. El innovador POLARES32 utiliza una corriente alterna de tipo sinusoidal con frecuencia ajustable, lo que permite realizar mediciones más rápidamente con la misma calidad de los resultados. Esta mayor velocidad significa una reducción del tiempo necesario para realizar una serie de mediciones sobre el terreno de un factor de al menos 10 (o 20 en la mayoría de los casos) en comparación con el sistema tradicional de corriente continua. Además, la medida de la relación entre la tensión detectada y la corriente inyectada, en estado sinusoidal, tanto en amplitud como en fase (retraso de una señal en la otra) permite - con una sola medida - la detección simultánea de la resistividad y la polarización inducida del suelo.